El Shemá Israel es una de las oraciones centrales del judaísmo, considerada declaración de fe en la unicidad de Dios. La palabra hebrea “shemá” no solo significa “oír”, sino también “prestar atención”, “obedecer” y “actuar”. Su texto principal se encuentra en el Libro del Deuteronomio 6:4 (en hebreo corresponde al libro de Devarim) en la Torá:

“שְׁמַע יִשְׂרָאֵל יְיָ אֱלֹהֵינוּ יְיָ אֶחָד”

“Escucha, Israel: el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno.”

Se recita diariamente en la liturgia judía como expresión de devoción, obediencia y compromiso con los mandamientos divinos y como última bendición antes de morir.

Los sabios de la Kabalá consideran el Shemá Israel como una oración de altísimo poder espiritual y místico. Sus recomendaciones giran en torno a tres ejes principales:

• Unificación de lo Divino:

Los cabalistas enseñan que el Shemá no solo proclama que Dios es Uno, sino que ayuda a unificar los distintos aspectos del Nombre Divino (Tetragrámaton – י־ה־ו־ה y Elohim – אֱלֹהִים). Al recitarlo con intención (kavaná), la persona contribuye a la restauración de la armonía cósmica (tikún olam).

• Protección espiritual:

En la tradición mística, el Shemá es recitado antes de dormir (Kriat Shema al Hamitá), porque actúa como escudo contra fuerzas negativas y protege el alma durante el sueño, cuando asciende a planos superiores.

• Elevación del alma y conexión con el Infinito:

Según el Zohar, al pronunciar “Adonai Ejad” (Dios es Uno) con plena conciencia, el alma se adhiere (devekut) a la Unidad Infinita (Ein Sof), trascendiendo las limitaciones del mundo material.